• Con 17 años, ha actuado ya en algunos de los festivales y escenarios más importantes de Europa.
• El programa incluye tres sonatas de Beethoven, Schumann y Scriabin, y dos piezas de Rachmaninov inspiradas en música barroca.
• Entradas a la venta en las taquillas del Kursaal y del Teatro Victoria Eugenia y en quincenamusical.eus.
La Quincena Musical de San Sebastián tiene mañana lunes, 19 de agosto, una gran cita con el piano de la mano de una joven pianista que está causando sensación en los circuitos musicales europeos. Alexandra Dovgan ofrecerá un recital en solitario con obras de Beethoven, Schumann, Rachamninov y Scriabin, en una velada que supondrá su debut en el festival. El recital, que comenzará a las 20:00, tendrá lugar en el Teatro Victoria Eugenia.
Alexandra Dovgan es un prodigio que ha cautivado al mundo del piano con su talento excepcional y su madurez interpretativa y se ha consolidado ya como una de las artistas más prometedoras de su generación. Nació en 2007 en una familia de músicos y empezó sus estudios de piano cuando tenía cuatro años. Con cinco años, se dio a conocer al superar las pruebas de acceso de la Escuela de Música Académica Central del Conservatorio Estatal de Moscú, donde estudió bajo las directrices de la profesora Mira Marchenko. Alexandra ha sido premiada en cinco concursos internacionales, entre ellos el Concurso de Piano Internacional Vladimir Krainev de Moscú, el Concurso de Jóvenes Pianistas “Astana Piano Passion” y el concurso Internacional de Televisión para jóvenes músicos “El Cascanueces”. Alexandra tenía tan solo 10 años cuando ganó el Grand Prix en el Il Concurso International “Grand Piano Competition”. Las grabaciones de este evento han recorrido el mundo en Medici.TV y Youtube, conmoviendo a músicos y amantes del piano por todo el mundo.
A pesar de su juventud, Alexandra ya ha tocado en las salas de concierto más prestigiosas del mundo como la Berlin Philharmonie, Théâtre des Champ-Elysées en París, el Concertgebouw de Ámsterdam, Vienna Kontzerhaus, Victoria Hall en Ginebra, Konzerthuset en Estocolmo, recibiendo una clamorosa ovación y excelentes críticas. Desde su aclamado recital en el Festival de Salzburgo en julio de 2019, Alexandra ha impresionado tanto a los críticos como al público con una serie impresionante de debuts internacionales: en junio de 2021, tocó junto a Gustavo Dudamel y la Mahler Chamber Orchestra, en septiembre de 2022 debutó en Japón tocando con la Kioi Sinfonietta y Trevor Pinnock y en abril de 2023 actuó junto a la Orquesta Tonhalle en Zurich bajo la batuta de Paavo Jarvi. También ha colaborado con la Orquesta Mozarteum de Salzburgo y Trevor Pinnock, la Filarmónica de Estocolmo y Ton Koopman, con la Sinfónica de Barcelona y Kazushi Ono y la Slovenska Filharmonija y Philipp von Steinaecker. En los veranos de 2022 y 2023 hizo también su presentación en algunos de los festivales europeos más prestigiosos, como el Klavier Festival Ruhr, La Roque d’Antheron, Rheingau Musik Festival, Gstaad Menuhin Festival, los festivales de Granada y Málaga o el Festival de Verbier.
La crítica ha señalado la gran madurez en la forma de tocar de Dovgan, con un estilo muy definido que combina un hermoso sonido y gran precisión técnica, y con un acercamiento a las partituras sobria, sin ostentaciones, pero espontánea y profunda. Sobre ella, el gran virtuoso Grigory Sokolov —asiduo en la Quincena y muy querido por el público del festival— afirmó lo siguiente: «A la pianista Alexandra Dovgan difícilmente se le puede llamar niña prodigio, porque, aunque es una maravilla, no es un juego de niños. Se trata de la interpretación de una persona adulta […]. El talento de Alexandra Dovgan es excepcionalmente armonioso. Toca con honestidad y concentración. Le auguro un gran futuro».
El programa que Dovgan interpretará en el Teatro Victoria Eugenia tiene como eje tres sonatas para piano que atraviesan el Romanticismo desde sus inicios hasta las postrimerías del estilo. Comenzará con la Sonata n.º 31, op. 110 de Ludwig van Beethoven, la penúltima de las sonatas de este compositor; la compuso durante el segundo semestre de 1821, entre las incomodidades provocadas por la ictericia y el reuma, primeros síntomas de la enfermedad hepática que le provocaría la muerte cinco años más tarde. En la Opus 110, Beethoven estaba experimentando con una mayor flexibilidad: encontramos pasajes declamatorios o casi improvisatorios, los límites entre las diferentes secciones de un mismo movimiento se difuminan, sobrevuelan ideas cíclicas que conectan movimientos diferentes, y el uso del instrumento es más amplio que nunca. Esta complejidad tuvo su contrapartida en su escaso éxito comercial, y los pianistas no comenzaron a introducirla en sus recitales hasta casi 100 años después.
Avanzando en el siglo XIX y en el periodo romántico, Dovgan interpretará a continuación la Sonata n.º 2, op. 22 de Robert Schumann. Fue la última creación de gran envergadura que compuso para el piano solo —la Sonata n.º 3 es, en realidad, anterior— y está considerada una de sus grandes obras maestras. La escribió para la joven Clara Wieck, su futura esposa, y Schumann puso mucho cuidado en su composición, revisándola varias veces entre 1833 y 1838, y dotándola de una inconfundible mezcla de pasión e impetuosidad, por un lado, y de una ternura casi tímida, por el otro. Cuando Clara leyó la versión final, le escribió a su prometido: «Amo la sonata tanto como te amo a ti; expresa todo tu ser con tanta claridad y, al mismo tiempo, no es demasiado incomprensible».
Dovgan interpretará, por último, una sonata del final del Romanticimo: la Sonata n.º 2, op. 19 de Alexander Scriabin. Recién salido de la adolescencia y en el año de su graduación, Scriabin viajó a la costa del Báltico y tuvo su primer encuentro con el mar, que sería la inspiración para su Segunda sonata. Pasarían cinco años y varios viajes más a la costa antes de que el compositor finalizase el manuscrito, que se publicó en 1897 bajo el título «Sonata-Fantaisie». Scriabin explicó que «el primer movimiento representa la quietud de una noche sureña en la orilla del mar. El desarrollo son las oscuras agitaciones del mar profundo, muy profundo. La sección central en mi mayor muestra la acariciadora luz de la luna que llega después de la primera oscuridad de la noche. El segundo movimiento, Presto, representa la vasta extensión del océano agitado por la tormenta».
Junto con estas tres sonatas que recorren todo el periodo romántico, Dovgan interpretará dos obras de Sergei Rachmaninov que toman como punto de partida la música del Barroco: el Preludio, Gavota y Giga de Johann Sebastian Bach, en la versión del compositor ruso, y las Variaciones Corelli, op. 42.
Las entradas para este recital se pueden adquirir a través de nuestra página web quincenamusical.eus y en las taquillas del Kursaal y del Teatro Victoria Eugenia.
