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QM81

2020

Gran respuesta del público en la 81 Quincena Musical de San Sebastián tras agotar la mayoría de las entradas para los conciertos programados

Gracias a la ejemplar conducta del público se ha podido garantizar la seguridad en el festival, al cumplir los protocolos establecidos por la situación sanitaria en la 81 Quincena Musical de San Sebastián.

La edición ha generado 101 contratos artísticos, además de suponer la activación de otros 495 contratos laborales correspondientes a las empresas que han trabajado para la Quincena a lo largo de agosto. El desarrollo del programa ha supuesto un gasto directo de 525.490 euros y los ingresos generados por la taquilla han sido 112.435 euros.

Destacados artistas vascos han pasado por esta edición del festival, entre los que se encuentran las voces internacionalmente reconocidas de Xabier Anduaga y Elena Sancho-Pereg. 

Además del Auditorio Kursaal, San Telmo Museoa y Tabakalera han sido los escenarios principales del festival, agotándose todas las entradas disponibles para los conciertos celebrados en dichos espacios.

Mañana, 29 de agosto, Les Musiciens du Louvre clausurarán la 81 Quincena Musical, con un concierto en el que la orquesta afincada en Grenoble interpretará dos sinfonías de Mozart, la nº 39 y la nº 41, más conocida como “Júpiter”, bajo la batuta del director Marc Minkowski. Despedirán así una edición que ha contado con unas cincuenta citas, una Quincena Musical inusual y memorable, que ha sido posible gracias a las medidas sanitarias, y a la respuesta ante las mismas del público, los músicos y demás trabajadores, demostrando así la posibilidad de llevar a cabo actos culturales seguros.

Vídeo Edición 81

El Auditorio Kursaal ha sido, como es habitual, uno de los espacios fundamentales de la Quincena Musical. Este año también han sido destacables los escenarios que San Telmo Museoa Tabakalera le han ofrecido a la música y la buena respuesta y confianza que ha tenido el público ante los conciertos, espectáculos y actos que se han celebrado en estos espacios.

En el Auditorio Kursaal se han vivido momentos para el recuerdo, en primer lugar, con tres conciertos en los que la Euskadiko Orkestra ha sido dirigida por tres directores diferentes. En el primero de esos conciertos, la orquesta actuó bajo la batuta del director ruso Semyon Bychkov (8 de agosto), con un programa en el que interpretaron la Obertura “Coriolano” op. 62 y la Sinfonía nº 3 “Heroica” de Beethoven. El nombre de Bychkov estaba presente en la primera programación de esta edición de la Quincena, en un concierto de la Orquesta Filarmónica Checa de la que es director titular. Al cancelar aquella primera programación, el director ruso se comprometió a participar en la Quincena dirigiendo a la orquesta vasca, aprovechando que el maestro pasó el periodo de confinamiento en el País Vasco.

El joven tenor donostiarra Xabier Anduaga fue el protagonista del segundo concierto que ofreció la orquesta (15 de agosto), bajo las órdenes del director titular Robert Treviño. La voz de Anduaga emocionó al público que, en varios momentos del concierto, ovacionó al tenor con bravos y aplausos. Interpretaron obras de Rossini, Donizetti, Lara, Sorozabal… Esta ha sido la primera vez que el tenor ha ofrecido un recital en su ciudad tras triunfar en varios escenarios internacionales como el Théâtre des Champs Elysées, Ancona, el teatro Mikhailovsky de San Petersburgo, el Auditorio Nacional de Madrid, Müpa de Budapest, Teatro Colón de Buenos Aires y Musikverein de Viena, y haber ganado en 2019 el Primer Premio en el concurso internacional de canto Operalia.

En el último concierto de la Euskadiko Orkestra en la 81 Quincena Musical (19 de agosto), participaron el directorJuanjo Mena y el violonchelista Asier Polo, con un programa diseñado con obras de Haydn y Beethoven. La última vez que Mena y Polo actuaron juntos en Quincena fue con la BBC Philharmonic en el año 2017.

Bilbao Orkestra Sinfonikoa (21 de agosto) tomó el relevo de los conciertos del auditorio, bajo las órdenes del director Erik Nielsen. La orquesta actuó acompañada por el reconocido pianista español Javier Perianes, muy vinculado a la Quincena y con una apretada agenda de recitales y conciertos. El público pudo disfrutar de dos de los conciertos para piano de Mozart y de la Sinfonía nº 1 “Clásica” de Prokofiev.

Entre las citas musicales del auditorio Kursaal también se esperaba al maestro ruso del piano Grigory Sokolov. El pianista que actualmente reside en Italia, sin embargo, decidió cancelar el concierto unos días antes de la celebración del mismo, con motivo de las nuevas medidas sanitarias adoptadas por el gobierno italiano.

La programación del Museo San Telmo, que se ha convertido en la sede principal de Quincena esta edición, ha sido una de las que más éxitos ha cosechado durante el festival, agotando todos y cada uno de los aforos puestos a disposición del público. Entre los muros del museo, en el claustro y en la iglesia, se han celebrado, además del Concierto de inauguración, los ciclos de Música Antigua, Música Contemporánea Música de Cámara.

La Joven Orquesta de Euskal Herria (EGO) fue la encargada de inaugurar la 81 Quincena Musical, el 1 de agosto. Aunque el tiempo no acompañó, las secciones de cuerda, viento y percusión de la orquesta supieron hacerse con el público, bajo la dirección de Rubén Gimeno y Rodolfo Epelde.


El ciclo de Música Antigua arrancó justo el día después con Euskal Barrokensemble (2 de agosto). Enrike Solinis acercó el sonido del laúd interpretando obras de Couperin, Bach, Haydn, etc. Capilla Santa María (3 de agosto) ofreció un programa dedicado al amor, bajo la dirección de Carlos Mena. En cambio, Caldara y el violonchelo fueron los protagonistas del concierto de La Ritirata (4 de agosto) que rememoró el 350 aniversario del nacimiento del compositor. Por último, el conjunto asturiano El León de Oro (9 de agosto) ofreció un concierto que tituló “Margarita pretiosa” en la iglesia de San Telmo.

La segunda cita que acogió la iglesia de San Telmo, fue una experiencia multisensorial que incluyó los espacios y el entorno. Fue así como el grupo Laboratorio KLEM inauguró el ciclo de Música Contemporánea. El concierto dirigido por Iñigo Ibaibarriaga lo protagonizaron el sonido de campanas y el movimiento. De vuelta al claustro, el Cuarteto Gerhard (17 de agosto) homenajeó al compositor catalán Robert Gerhard, en el 50 aniversario de su muerte, estrenando también una obra del compositor vasco Gabriel Loidi. Otro cuarteto, el Cuarteto Granados (22 de agosto) fue el encargado de cerrar el ciclo con un programa dedicado a Domínguez, Erkoreka y Bartók. Precisamente, la obra de Francisco Domínguez, “Tarab”, obra ganadora del concurso de composición Pablo Sorozabal, la estrenó Granados en este mismo concierto.

Comparando con años anteriores, el ciclo de Música Contemporánea ha sido realmente exitoso y se han agotado todas las entradas para los conciertos de dicho programa.


El ciclo de Música de Cámara completó la programación de San Telmo, empezando el ciclo con un concierto de Locum Congregatio (20 de agosto), en el que se interpretaron varias obras de Beethoven.

Días más tarde actuaron las donostiarras Elena Sancho-Pereg, soprano con una amplia carrera internacional, y Paula Iragorri, mezzosoprano (25 de agosto). Interpretaron el programa “Caprichos” que incluía obras de Haendel, Offenbach, Bernestein, etc. La violistaNatasha Tchitch y la pianista Marta Zabaleta clausuraron el ciclo de Música de Cámara, así como la programación de San Telmo, con obras de Brahms, Hersant, Ascot, Part y Franck (27 de agosto).


El Ciclo de Órgano del festival ha sido, a primera vista, el más similar al de anteriores ediciones, con trece conciertos de los que ha sido testigo el rico patrimonio organístico de Gipuzkoa. El ciclo que ha tenido a mujeres organistas como protagonistas se ha celebrado entre el 2 y el 9 de agosto. Además, también se han realizado conciertos de órgano dentro de la programación Quincena Andante. En el programa de órgano han participado organistas habituales de la Quincena como Loreto Fdez. Imaz, Juan de la Rubia, Alize Mendizabal o Ana Belén García, además de intérpretes de otros instrumentos, como el txistulari Garikoitz Mendizabal, la mezzosoprano Lucía Gómez, Pablo Mezzelani que ha utilizado instrumentos multiétnicos… Por desgracia, no ha llegado a realizarse la edición nº 37 del exitoso Curso Internacional de Órgano Romántico que anualmente acoge estudiantes internacionales y locales.

Tabakalera ha colaborado esta edición con la Quincena Musical y en diferentes espacios del edificio se han llevado a cabo los ciclos de Danza y la Quincena Infantil. Musikeler también se ha celebrado en Tabakalera, con la colaboración de Kutxa Kultur, Musikene Keler.

La Danza suele ser una de las grandes citas de la Quincena, con una velada dedicada a la misma cada edición. Esta vez, con la intención de buscar una puesta en escena simplificada y espectáculos con un menor número de bailarines sobre el escenario, han sido tres los espectáculos de danza en vez de uno, con artistas locales de renombre como protagonistas y un hilo conductor que ha centrado el ciclo en la temática del empoderamiento de la mujer. Estos espectáculos también han recibido una gran acogida por parte del público, agotándose todas las entradas que se pusieron a la venta.

En el primer espectáculo de danza que se celebró en el patio de Tabakalera, participaron Iker Murillo, Vitali Safronkine y Haatik Dantza Konpainia (5 de agosto). Murillo y Safronkine ofrecieron dos dúos de estilo neoclásico, y Haatik Dantza Konpainia intercaló pasos de la euskal dantza en una pieza de estilo contemporáneo que representó el proceso de empoderamiento que ha vivido la mujer en la historia. La compañía de danza Lasala ( 12 de agosto), dirigida por la coreógrafa Judith Argomaniz, llevó a escena otras tres piezas de estilo contemporáneo. El último espectáculo de danza corrió a cargo de Aukeran Dantza Konpainia 18 de agosto), y la compañía, como de costumbre, fusionó la euskal dantza con la disciplina contemporánea.


En lo que respecta a la Quincena Infantil, son dos los espectáculos que se han llevado a cabo: “Ár bo la ré” el 8 de agosto y “Sagutxo tuntuna” el 22. El primero trata de una obra basada en la ópera infantil de Shostakovich. La segunda supuso el estreno absoluto de la obra creada a partir de la colaboración entre Easo Eskolania, Easo Gazte Abesbatza y la artista Mafalda Saloio. Una obra que invitó a recordar la relación entre música y naturaleza.


La Quincena Musical puso en marcha en 2015 una serie de actividades con el fin de atraer al festival a un público joven y poco habitual. En este contexto surgió Musikeleruna iniciativa creada en colaboración con Keler y Musikene (Centro Superior de Música del País Vasco), que ofrece la posibilidad de “degustar” música en directo y cerveza, en conciertos protagonizados por alumnos de Musikene. Este año han participado en el ciclo, con gran éxito, en el cuarto piso de Tabakalera, el Quinteto Oreka, el barítono Juan Laborería Zilarra Quintet.


Además de a los diferentes escenarios del festival en San Sebastián, la Quincena Musical también ha llevado su programación fuera de San Sebastián a varias localidades de Gipuzkoa y a Álava. En el caso de Gipuzkoa, además de los conciertos del Ciclo de Órgano, con el ciclo Quincena Andanteel festival ha tenido escenarios también en Zumaia, Tolosa, Urretxu, Errenteria, Getaria y Urnieta. La oferta del ciclo ha sido variada y han sido muchas las efemérides conmemoradas en estos conciertos: el 200 aniversario del nacimiento de Iparragirre, 700 aniversario de la fundación de Errenteria, 10 aniversario de la muerte de Xabier Lete… De la misma manera, La Quincena en Álava la han completado cinco conciertos en La Puebla de Arganzón, Araia, Amurrio, Agurain y Oion.

81 Quincena Musical: Cartel de Pello Irazu

Pello Irazu (Andoain,1963) es el autor del cartel que será imagen de la 81 Quincena Musical (1-29 de agosto). En el cartel que Irazu ha creado para la Quincena predomina un signo sencillo, extraño pero atractivo; una forma geométrica que visto desde cerca puede parecer plana, pero mirándola desde cierta distancia adquiere volumen convirtiéndose en un signo tridimensional que sugiere solemnidad.