La programación del Museo San Telmo, que se ha convertido en la sede principal de Quincena esta edición, ha sido una de las que más éxitos ha cosechado durante el festival, agotando todos y cada uno de los aforos puestos a disposición del público. Entre los muros del museo, en el claustro y en la iglesia, se han celebrado, además del Concierto de inauguración, los ciclos de Música Antigua, Música Contemporánea y Música de Cámara.
La Joven Orquesta de Euskal Herria (EGO) fue la encargada de inaugurar la 81 Quincena Musical, el 1 de agosto. Aunque el tiempo no acompañó, las secciones de cuerda, viento y percusión de la orquesta supieron hacerse con el público, bajo la dirección de Rubén Gimeno y Rodolfo Epelde.
El ciclo de Música Antigua arrancó justo el día después con Euskal Barrokensemble (2 de agosto). Enrike Solinis acercó el sonido del laúd interpretando obras de Couperin, Bach, Haydn, etc. Capilla Santa María (3 de agosto) ofreció un programa dedicado al amor, bajo la dirección de Carlos Mena. En cambio, Caldara y el violonchelo fueron los protagonistas del concierto de La Ritirata (4 de agosto) que rememoró el 350 aniversario del nacimiento del compositor. Por último, el conjunto asturiano El León de Oro (9 de agosto) ofreció un concierto que tituló “Margarita pretiosa” en la iglesia de San Telmo.
La segunda cita que acogió la iglesia de San Telmo, fue una experiencia multisensorial que incluyó los espacios y el entorno. Fue así como el grupo Laboratorio KLEM inauguró el ciclo de Música Contemporánea. El concierto dirigido por Iñigo Ibaibarriaga lo protagonizaron el sonido de campanas y el movimiento. De vuelta al claustro, el Cuarteto Gerhard (17 de agosto) homenajeó al compositor catalán Robert Gerhard, en el 50 aniversario de su muerte, estrenando también una obra del compositor vasco Gabriel Loidi. Otro cuarteto, el Cuarteto Granados (22 de agosto) fue el encargado de cerrar el ciclo con un programa dedicado a Domínguez, Erkoreka y Bartók. Precisamente, la obra de Francisco Domínguez, “Tarab”, obra ganadora del concurso de composición Pablo Sorozabal, la estrenó Granados en este mismo concierto.
Comparando con años anteriores, el ciclo de Música Contemporánea ha sido realmente exitoso y se han agotado todas las entradas para los conciertos de dicho programa.
El ciclo de Música de Cámara completó la programación de San Telmo, empezando el ciclo con un concierto de Locum Congregatio (20 de agosto), en el que se interpretaron varias obras de Beethoven.
Días más tarde actuaron las donostiarras Elena Sancho-Pereg, soprano con una amplia carrera internacional, y Paula Iragorri, mezzosoprano (25 de agosto). Interpretaron el programa “Caprichos” que incluía obras de Haendel, Offenbach, Bernestein, etc. La violistaNatasha Tchitch y la pianista Marta Zabaleta clausuraron el ciclo de Música de Cámara, así como la programación de San Telmo, con obras de Brahms, Hersant, Ascot, Part y Franck (27 de agosto).
El Ciclo de Órgano del festival ha sido, a primera vista, el más similar al de anteriores ediciones, con trece conciertos de los que ha sido testigo el rico patrimonio organístico de Gipuzkoa. El ciclo que ha tenido a mujeres organistas como protagonistas se ha celebrado entre el 2 y el 9 de agosto. Además, también se han realizado conciertos de órgano dentro de la programación Quincena Andante. En el programa de órgano han participado organistas habituales de la Quincena como Loreto Fdez. Imaz, Juan de la Rubia, Alize Mendizabal o Ana Belén García, además de intérpretes de otros instrumentos, como el txistulari Garikoitz Mendizabal, la mezzosoprano Lucía Gómez, Pablo Mezzelani que ha utilizado instrumentos multiétnicos… Por desgracia, no ha llegado a realizarse la edición nº 37 del exitoso Curso Internacional de Órgano Romántico que anualmente acoge estudiantes internacionales y locales.
Tabakalera ha colaborado esta edición con la Quincena Musical y en diferentes espacios del edificio se han llevado a cabo los ciclos de Danza y la Quincena Infantil. Musikeler también se ha celebrado en Tabakalera, con la colaboración de Kutxa Kultur, Musikene y Keler.
La Danza suele ser una de las grandes citas de la Quincena, con una velada dedicada a la misma cada edición. Esta vez, con la intención de buscar una puesta en escena simplificada y espectáculos con un menor número de bailarines sobre el escenario, han sido tres los espectáculos de danza en vez de uno, con artistas locales de renombre como protagonistas y un hilo conductor que ha centrado el ciclo en la temática del empoderamiento de la mujer. Estos espectáculos también han recibido una gran acogida por parte del público, agotándose todas las entradas que se pusieron a la venta.
En el primer espectáculo de danza que se celebró en el patio de Tabakalera, participaron Iker Murillo, Vitali Safronkine y Haatik Dantza Konpainia (5 de agosto). Murillo y Safronkine ofrecieron dos dúos de estilo neoclásico, y Haatik Dantza Konpainia intercaló pasos de la euskal dantza en una pieza de estilo contemporáneo que representó el proceso de empoderamiento que ha vivido la mujer en la historia. La compañía de danza Lasala ( 12 de agosto), dirigida por la coreógrafa Judith Argomaniz, llevó a escena otras tres piezas de estilo contemporáneo. El último espectáculo de danza corrió a cargo de Aukeran Dantza Konpainia ( 18 de agosto), y la compañía, como de costumbre, fusionó la euskal dantza con la disciplina contemporánea.
En lo que respecta a la Quincena Infantil, son dos los espectáculos que se han llevado a cabo: “Ár bo la ré” el 8 de agosto y “Sagutxo tuntuna” el 22. El primero trata de una obra basada en la ópera infantil de Shostakovich. La segunda supuso el estreno absoluto de la obra creada a partir de la colaboración entre Easo Eskolania, Easo Gazte Abesbatza y la artista Mafalda Saloio. Una obra que invitó a recordar la relación entre música y naturaleza.
La Quincena Musical puso en marcha en 2015 una serie de actividades con el fin de atraer al festival a un público joven y poco habitual. En este contexto surgió Musikeler, una iniciativa creada en colaboración con Keler y Musikene (Centro Superior de Música del País Vasco), que ofrece la posibilidad de “degustar” música en directo y cerveza, en conciertos protagonizados por alumnos de Musikene. Este año han participado en el ciclo, con gran éxito, en el cuarto piso de Tabakalera, el Quinteto Oreka, el barítono Juan Laborería y Zilarra Quintet.
Además de a los diferentes escenarios del festival en San Sebastián, la Quincena Musical también ha llevado su programación fuera de San Sebastián a varias localidades de Gipuzkoa y a Álava. En el caso de Gipuzkoa, además de los conciertos del Ciclo de Órgano, con el ciclo Quincena Andante, el festival ha tenido escenarios también en Zumaia, Tolosa, Urretxu, Errenteria, Getaria y Urnieta. La oferta del ciclo ha sido variada y han sido muchas las efemérides conmemoradas en estos conciertos: el 200 aniversario del nacimiento de Iparragirre, 700 aniversario de la fundación de Errenteria, 10 aniversario de la muerte de Xabier Lete… De la misma manera, La Quincena en Álava la han completado cinco conciertos en La Puebla de Arganzón, Araia, Amurrio, Agurain y Oion.