Pello Irazu (Andoain,1963) es el autor del cartel que será imagen de la 81 Quincena Musical (1-29 de agosto). Considerado una de las figuras clave en la renovación de la escultura vasca desde los años 80, Irazu ha desarrollado una sólida trayectoria en la que ha fusionado la obra tridimensional con la fotografía, la pintura mural y el dibujo. A este último soporte, a los dibujos, el artista siempre les ha concedido dimensiones escultóricas aunque no sean planteados como bocetos o diseños de esculturas potenciales.
En el cartel que Irazu ha creado para la Quincena predomina un signo sencillo, extraño pero atractivo; una forma geométrica que visto desde cerca puede parecer plana, pero mirándola desde cierta distancia adquiere volumen convirtiéndose en un signo tridimensional que sugiere solemnidad:
“He barajado varias opciones pero, finalmente me he decantado por ésta -explica el propio autor-. Aunque la forma puede remitir a un extraño tipo de nota, no hace alusión directa al mundo de la música clásica, ni a la Quincena. No era lo que buscaba. En este sentido, he preferido buscar y trabajar un signo que tenga relación con mi arte, con mis dibujos; un signo que, si bien no tiene ninguna característica destacable, puede sugerir una nota, un signo alfabético o incluso una imagen figurativa: una vista aérea de una costa donde la marea deja su huella cuando se retira”.
Azul y naranja; son los dos colores que Irazu ha empleado en la composición del cartel que será imagen de la 81ª Quincena Musical: azul y naranja intensos, brillantes, de un trazo poderoso si bien imperfecto: “Me interesan las imperfecciones del dibujo en los bordes y en la aplicación del color porque buscaba que la forma no se percibiera plana y virtual como si hubiera sido creada en photoshop. Al contrario, se trata de un dibujo hecho a mano, trabajado, y en este sentido mi objetivo era que sugiriera o significara algo. Para ello lo que hice es deslizar esa forma y que ese “deslizamiento” diera lugar a otro color, a un contraste, de forma que el resultado final es un signo tridimensional; un signo que si se mira desde cierta distancia no se ve plana, sino como una forma con volumen”.
La obra de Pello Irazu forma parte del Museo de Bellas Artes de Bilbao, el Museo Reina Sofía, el MACBA de Barcelona, el ARTIUM de Vitoria, el Museo de Arte Contemporáneo de San Diego o la Fundación Yves Klein de Arizona, entre otros. Su presencia en ferias y certámenes internacionales es continua, y desde la década de los noventa ha realizado infinidad de exposiciones tanto en museos como en galerías privadas. Sus últimos trabajos acaban de ser presentados en la Galería Carreras Múgica de Bilbao bajo el título “Sólo un temblor/Dardara” (20/12/2019 -07/03/2020).
El artista andoaindarra reconoce que siempre ha llevado a cabo un viaje de ida y vuelta con su propia creación: “hay puentes que tienen que ver con mi manera de trabajar, yo me retroalimento del pasado constantemente, una característica más habitual en unos artistas que otros - a lo que añade - mis expectativas nunca han sido las de escandalizar, no creo que el arte funcione así. Creo que, cuando no buscas seducir al otro, las cosas cobran más sentido en sí mismas por lo que, en este sentido, la obra no depende de lo que otro piense. Nuestro trabajo tiene que supeditarse a nuestro deseo, sea correcto o no”.
Con respecto a la invitación recibida desde la Quincena Musical para realizar el cartel de la 81ª edición, Irazu reconoce que: “no esperaba recibir este encargo. Conocía la Quincena y sabía que tradicionalmente suele pedir a artistas vascos la realización de sus carteles, pero no esperaba recibir esta llamada. De todas formas la sorpresa ha sido grata y para mi es un honor formar parte de esa tradición”.